El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial
En 1940, Francia sufrió una derrota frente el ejército alemán. Hitler fue entonces a París. Su codicia por los bienes franceses no es ningún secreto. Sin embargo, cuando los nazis entraron al Museo del Louvre, lo que encontraron fueron salas vacías. Jacques Jaujard ya había previsto en secreto la evacuación de unas 4000 obras para protegerlas y mantenerlas a salvo de los conflictos armados.
La codicia de la Alemania nazi frente a las obras del Louvre
La Alemania nazi disponía de un servicio dedicado al saqueo de los bienes de los países derrotados. Era una unidad especial de saqueo (ERR) que, en nombre de Alemania, se encargaba de apropiarse de obras de arte. Estas se confiscaban como botines de guerra. Así fue se vaciaban los museos y se despojaba a los coleccionistas. Para evitar esa tragedia en el Louvre, Jacques Jaujard, entonces director de museos nacionales, preparó un plan de fuga de las colecciones del Palacio Real. Como un estratega, preparó todo con cuidado y organizó la huida de las obras, incluidas las más monumentales, para que escaparan de las autoridades alemanas e incluso de las del gobierno de Vichy de ese momento. Su experiencia en la evacuación del Museo del Prado durante la guerra civil española para la evacuación de las colecciones a Suiza le había dado ventaja con respecto a los nazis. Jacques Jaujard demostró talento en la diplomacia que desplegó. No solo logró proteger las obras del Louvre con la ayuda de cómplices, sino que también engañó al gobierno francés al cual él pertenecía como funcionario. El secreto quedó bien guardado hasta la capitulación del ejército alemán, tras la cual los tesoros del Museo pudieron volver a sus vitrinas.
Una campaña de salvataje de grandes dimensiones
Hay que imaginar el traslado en secreto de 4000 piezas del Louvre. Algunas eran de dimensiones colosales; otras pesaban toneladas. Desde ya que era imperioso evitar que se dañaran objetos frágiles o que se perforara un lienzo. No se hizo todo en una noche. En realidad, pasaron muchos años hasta que las obras se dispersaron por distintos lugares de Francia. La mayor parte se conservó en el Castillo de Chambord, en el valle del Loira.
La historia del salvataje de las colecciones del Museo del Louvre es un misterio de larga data. Jacques Jaujard se mantuvo discreto sobre la manera en que se organizó la operación, a pesar del éxito y del rol decisivo que tuvo para el país.