Artistas y atletas: así son los bailarines del Moulin Rouge
Como a tantos de entre nosotros, seguro que a usted también le fascinan esas bailarinas ligeras de ropa que realizan gráciles coreografías en el Moulin Rouge. Pero, ¿cuál es el secreto de estos talentosos artistas? ¿Por qué son tan representativos de la cultura francesa? 
¿Cómo son seleccionados?
Al contrario de lo que se pueda pensar, los bailarines del Moulin Rouge no solo son seleccionados según unos criterios físicos. En realidad, hacen falta muchas habilidades y talento para convertirse en bailarín del Moulin Rouge. Los bailarines del Moulin Rouge proceden de países de todo el mundo, y llevan trabajando muchos años como bailarines profesionales. Son seleccionados tras audiciones muy selectivas que pueden durar varias horas, y en las que deben demostrar de lo que son capaces (volteretas, spagats, etc.). Una audición se divide en varias secciones, cada una de las cuales implica un tipo de baile diferente o acrobacias específicas. Si un bailarín tiene la oportunidad de ser elegido, deberá entrenar unas cinco horas al día para estar listo para los espectáculos del Moulin Rouge. Además, los bailarines deben hacer un seguimiento exhaustivo de su peso, ya que no se les permite perder ni ganar más de 2 kg. También se espera de ellos que lleven a cabo varios ensayos al día para estar preparados cuando llegue la hora del espectáculo.
Algunas bailarinas famosas del Moulin Rouge
A lo largo de su historia, muchas bailarinas han contribuido a hacer del Moulin Rouge una leyenda famosa a nivel mundial. Mistinguett es uno de los nombres que enseguida viene a la mente cuando se habla del Moulin Rouge. Su nombre auténtico era Jeanne Florentine Bourgeois y, debido a su enorme talento, se convirtió en la artista mejor pagada de su época. Era famosa por sus atrevidas actuaciones, y por devolverle la vida al Moulin Rouge tras la Primera Guerra Mundial gracias a sus cautivadores espectáculos. Apareció en el universo del Moulin Rouge en 1907, cuando conoció a Jacques-Charles, y colaboró con él para dar vida a algunas de las revistas más inolvidables de la historia del cabaret. Otra leyenda francesa asociada a menudo con el Moulin Rouge es Edith Piaf. El primero en descubrir su talento fue Louis Leplée, cuando ella cantaba junto a su padre, para después comenzar una exitosa carrera en la que actuó en múltiples cabarets parisinos, incluido el Moulin Rouge en 1944.
