Cinco ideas para recrear las escenas más admiradas del cine romántico en París
París ha inspirado siempre a escritores, poetas y artistas. Los cineastas no son menos ya que la ciudad de la luz acoge cada año más de 900 rodajes en unos 5000 decorados de la ciudad. Según la Mission Cinéma de la ciudad, ¡cada día tienen lugar 10 rodajes en París! Evidentemente, las películas de amor encabezan la lista, sobre todo las producciones extranjeras para las que la capital francesa encarna el romanticismo en estado puro. En San Valentín, anímate a aprovechar estas referencias, a seguir los pasos de tus estrellas favoritas y a ofrecer a tu ser amado una historia de amor de cine.
Baila en Gégène como en Los seductores
En Los seductores, Romain Duris intenta seducir a la hermosa Vanessa Paradis y la lleva a cenar a un restaurante vacío en el que le representa en la pista de baile la mítica coreografía de Dirty dancing, otra de esas películas de amor que tanto admiramos. La buena noticia es que, aunque la acción de la película se desarrolla en el sur, este lugar se encuentra realidad cerca de París, junto al río Marne. Se trata en realidad de un lugar muy conocido, Chez Gégène (Quai de Polangis, 162 bis, en Joinville-le-pont), y tiene el ambiente típico de los mejillones con patatas fritas y manteles de cuadros. ¿Por qué no probar a reservarlo entero para disfrutar de una noche romántica?
Si no lo logras, busca otro lugar desierto y concéntrate sobre todo en la coreografía: hay cantidad de cursillos rápidos y clases privadas en París para que aprendas en unas horas. Infórmate en las escuelas de baile para bodas o, por ejemplo, en el Atelier 3 (Rue de Popincourt, 3), donde Stéphanie estará encantada de ayudarte a trabajar tu movimiento de caderas.
Juega a los encuentros en el hotel Raphaël
Hôtel Chevalier, el cortometraje de Wes Anderson que representa los reencuentros de una pareja de amantes en una habitación del hotel, es un cóctel de emociones contenidas. Sin decir mucho, transmite la complejidad y la fuerza de la relación que une a estos dos enamorados. El hotel en cuestión es el hotel Raphaël, un cinco estrellas de lujo ubicado en el XVI distrito de París, una verdadera joya del refinamiento. Si el presupuesto te lo permite, lleva allí a tu ser amado para hacerle disfrutar en albornoz de las vistas desde la terraza de la habitación, igual que hace Jack Whitman. Aunque en esta película resulte ser algo decepcionante, la realidad es bien distinta. Los menos pudientes optarán por la vista de los tejados desde la terraza de la 7a planta (Av. Kléber, 17, 75116 París. Habitaciones desde 310 €).
Revive La espuma de los días en la pista de patinaje de Saint-Ouen
Para mucha gente, La espuma de los días, de Boris Vian, es un libro admirado que ha logrado que numerosas muchachas sueñen con un amante tan cariñoso como Colin. En San Valentín, recrea para tu dulcinea la escena emblemática de la película de Michel Gondry, con Romain Duris y Audrey Tautou e inspirada en el libro, y llévala a la pista de patinaje de Saint-Ouen (Rue Docteur Bauer, 4), lugar de la escena de la pedida de mano de Colin a Chloé. Se trata en realidad de una reproducción de la piscina Molitor, cerrada durante el rodaje; su estructura de vidrio y su pista de más de 50 m compensan venir hasta aquí para convertirte en un amante realmente listo que sabe bien por dónde moverse.
Vuelve a sentir el lirismo de Medianoche en París
En Medianoche en París, de Woody Allen, el protagonista Gil, representado por Owen Wilson, se enamorará mientras descubre París y sus encantos; un París romántico, bohemio y literario que resulta maravilloso para recorrer en pareja y que se desarrolla en gran parte por un itinerario lineal a lo largo del Sena, perfecto tanto para bromas como para lánguidos silencios. Como los protagonistas de la película, hojead los ejemplares de los quioscos de los buquinistas, cuyos puestos se extienden a lo largo de más de 3 km; perdeos en los mercadillos de Saint-Ouen; id a cenar al restaurante de estilo art nouveau (Aux lyonnais, Rue St Marc, 32, en el II distrito) que sirvió de escenario de las noches locas de la película; o sentaos en los escalones de la puerta norte de la iglesia Saint-Etienne-du-Mont en la plaza de Abbé-Basset y esperad a las 12 campanadas de medianoche… Si Gil esperaba allí a que apareciera el carruaje que le llevaba a ver a Hemingway, Fitzgerald y Dalí, puede ser también el lugar ideal en el que parar un taxi que os lleve a disfrutar de un espectáculo o de vuelta al hotel.
Recrea la escena de Madison en Banda aparte
En Le Week-end, una pareja de sexagenarios tratan de vivir una segunda luna de miel en París. Entre visitas turísticas y discusiones, la pasión renace y los dos enamorados, con miradas cómplices y sonrisas, recrean una de las escenas más famosas del cine francés: aquella de Madison en Banda aparte, de Jean-Luc Godard, junto a las mesas del bar parisino Joséphine Chez Dumonet (Rue du Cherche-Midi, 117, en el VI distrito). Probadlo tras una riña o para seguir con despreocupación por el decorado de los años 20, perfecto para una noche íntima. Un vino cuidadosamente elegido y tu número de Madison repasado en YouTube el día antes funcionarán de maravilla.