La catedral de Reims
La catedral de Nuestra Señora de Reims, consagrada a la Virgen María, es uno de los monumentos más importantes del arte gótico francés. Su lugar en la historia de la arquitectura y también su importancia para la historia de Francia la han convertido en un símbolo reconocido por todos.
La historia de la catedral
La catedral que conocemos en la actualidad se ha sometido a varias reconstrucciones. En 1211, el arzobispo Albéric de Humbert colocó la primera piedra de un edificio nuevo, puesto que un violento incendio había destruido el anterior. Por desgracia, el tejado se incendió en 1481 durante su construcción, aunque la obra se pudo reanudar gracias a una ayuda real. Como muestra de agradecimiento, decidieron adornar el tejado con flores de lis que, sin embargo, fueron retiradas durante la Revolución Francesa como parte de una campaña de supresión de los símbolos reales en los edificios.
Durante la Primera Guerra Mundial, la catedral de Nuestra Señora de Reims fue bombardeada por las tropas alemanas de manera intencionada en una operación cuyo propósito era desmoralizar a la población francesa por la destrucción de un símbolo histórico. Sobre ella cayeron un total de 288 obuses. En 1919 y gracias a numerosos fondos privados, comenzaron unas obras de reconstrucción que incluso mejoraron el edificio. El tejado y su estructura de madera de roble, vulnerables frente a los incendios, se reemplazaron por una estructura ignífuga. Actualmente, la catedral está sometida a labores de restauración.
Escenario de grandes acontecimientos
En Reims, Clodoveo I fue bautizado en el año 496 por San Remigio, obispo de la ciudad, quien ungió sobre la frente del rey carolingio aceite procedente de la Sagrada Ampolla. Esta mezcla se utilizó para las coronaciones de los reyes que tradicionalmente se celebraron en Reims hasta la de Carlos X, en 1825. De este modo, la ciudad de Reims se convirtió en la ciudad de los reyes, donde los monarcas accedían al trono de Francia.
Durante la guerra de los Cien años, Juana de arco, cuya estatua domina la explanada frente a la catedral, insistió en coronar al rey Carlos VII en Reims, lo que enardeció el conflicto entre los reinos de Francia y de Inglaterra.
Su arquitectura
La catedral de Reims es particularmente famosa por sus 2303 estatuas. Es el edificio religioso con el mayor número de estatuas del mundo, aunque una de ellas es especialmente apreciada. Se trata del Ángel de la sonrisa, emblema de la ciudad de Reims. Con una longitud de 149,17 m y una altura de 87 m hasta el campanario, la catedral se yergue sobre una planta en forma de cruz latina. Se trata de una de las obras maestras de la arquitectura gótica en la que cuatro capillas rodean la nave.
A pesar de haber sido devastada en repetidas ocasiones, aún podemos admirar vidrieras que datan del siglo XIII; para ello, debemos dirigir la atención a las partes más elevadas. En 1974, también se instalaron vidrieras modernas, obra del artista Marc Chagall.
Puntos de interés en los alrededores de la catedral
A tan solo unos pasos de la catedral de Reims se encuentra el museo de bellas artes de la ciudad. En él podemos admirar una réplica del famoso cuadro de Jacques-Louis David, La muerte de Marat. Desde la misma catedral se puede llegar a los lugares más céntricos de la ciudad, como la calle de Vesle, la plaza Drouet-d’Erlon o la plaza de Forum.